Me siento en la necesidad de alcanzar el máximo de intensidad con el mínimo de medios.
Joan Miró
A veces un evento puede cambiar el mundo. Dirás que exagero pero no exagero en absoluto. Porque el mundo es un reflejo que varía según el lugar donde estemos colocados. La perspectiva cambia la forma y cada forma hace variar el punto de vista. Muchas formas y perspectivas, muchos mundos que cambian a golpe de vista.
El pasado 14 de enero el artista Joan Miró nos movió de lugar, nos puso enfrente el mundo y cambió la interpretación a través del objeto. El nos prestó su mirada que siempre mantuvo unidos el arte y la vida.
Si el pudo hacerlo nosotros deberíamos probar nuestra capacidad de Innovación y Creatividad. Miró transformó una azada de labriego en un tótem, rompió clichés usando el objeto sencillo como antídoto contra la pintura decorativa y nos dejó contemplar la obra con libertad para interpretarla, jugar y disfrutar con ella más allá de su superficie.
Él utilizo el collage como forma de representar la realidad, sustituyó el lienzo por una sencilla percha de colgar la ropa, inventó nuevos lenguajes artísticos. Demostró que no puede existir Innovación sin Creatividad. Y eso es lo que une dos mundos: Arte y Empresa y desde ese principio asumimos el briefing que nos entregaron para mostrar que ambos están unidos por valores que se traducen en palabras y expresiones.
Así surgió Protectores de Miró, Mecenas de Valor, un proyecto de mecenazgo que nace para compartir ideas, espacios y acciones.
Lo pasamos realmente bien definiendo el concepto, la estrategia y la puesta en escena. Formamos un buen pool con BeMyPartner , Odisea y, por supuesto, la Fundació Joan Miró. La creación del storytelling fue llevando la narración por distintos caminos y vericueyos hasta que la propia historia se escribio sola y nos salió al paso y no nos dejó hasta llegar al destino. A partir de ahí empezamos a crear las piezas, a poner en marcha el proceso de producción, hasta el día D.
El día 14 de enero invitamos a empresarios de muy diferentes sectores a compartir valores comunes con el universo Miró a la Fundació Joan Miró, un espacio que el artista (Miró) y el arquitecto (Sert) concibieron para albergar Arte y ser un espacio para las personas, un lugar donde fluyen las ideas y donde pasan muchas cosas.

Detalle de la invitación creada por el equipo de Odisea
Les pedimos, a través de la invitación, que eligieran un valor esencial en su vida–ilusión, riesgo, creatividad… – y que lo plasmaran en un lienzo que la acompañaba. Dejaron impresa más que una palabra, pusieron intención e imaginación.
La idea era que todos los asistentes formaran parte de la narración desde el inicio, decidieran cuales eran los mensajes que querían expresar y con los que se sentían identificados. A la vez se convertían en artistas, innovadores y creadores de una obra colectiva desde la individualidad.
Con los lienzos se construyó un mural de valores que quedaron unidos en una línea fluida, que es a la vez una línea muy fuerte, similar a la que vio Le Corbusier : «El meandro resultante de la erosión es un fenómeno cíclico muy parecido al pensamiento creativo, a la invención humana». Al seguir el contorno de un meandro desde el aire lo asemejó a los asuntos humanos, los obstáculos y las soluciones que surgen y que solucionan situaciones que parecían imposibles.
La artista Nuria Armengol transformó en tiempo real la obra individual como parte de un todo demostrando que el Arte puede aportar visiones y caminos nuevos.

Coreografía Salvador Masclans Aguilar
Y pasó lo que queríamos que pasara, que hubo arte, danza, emoción, intercambio de ideas, se habló un lenguaje común, fluyeron intereses y, de nuevo, se demostró que Innovación y Creatividad van de la mano y, si te lo propones, surge de forma espontánea. El evento, en definitiva, se convirtió en “un espacio de conocimiento y contenido» (1), más allá de ese día.
Pudimos tocar con Miró el cielo.